Atrapa los pequeños sueños de mi corazón roto.

miércoles, 26 de octubre de 2011


Hace mucho tiempo me propuse en silencio poner todo de mí para estar bien. Arriesgarme por aceptar las oportunidades, los cambios y lo nuevo. Un año después no me arrepiento.
Ya no me atraen más los relatos tristes, de sufrimiento, de obsesión... Me aburren, y no entiendo cómo alguien puede aguantarse esas cosas.
Al mismo tiempo me siento tan bien, feliz y completa que no tengo inspiración en lo más mínimo, sería repetitiva al decir en cada entrada que estoy feliz y que siento que nada me falta. Pero bueno, al fin y al cabo es la realidad que hoy me toca vivir, una que creía muy lejana y le pasaban a las chicas de las películas. Hoy me siento parte de una.
Ojalá que sea un final feliz.
Corrección: Ojala que no tenga final.

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